Una mañana diferente
vivieron los alumnos de sexto grado, cuando llenaron el patio de la escuela de
figuras geométricas, armadas con sus cuerpos.
Comparar alturas,
sacarse el calzado, pedir ayuda, escuchar opiniones, fueron algunas de las
cosas que debieron hacer para lograr cuadrados, triángulos isósceles,
equiláteros y escalenos, un círculo (¡¡complicadísimo!!), pentágonos, trapecios
y hasta un octógono gigante!!
Una actividad desestructurada, en un
ambiente divertido que reafirmó contenidos y potenció la búsqueda de
estrategias para lograr un objetivo grupal.
Resultado: “TODOS APRENDIMOS”
No hay comentarios:
Publicar un comentario